Víctor intentando olvidar su pena entra en una serie de cuestionamientos acerca del ser humano, sus temores y sus impulsos y en esa etapa de contemplación que involucra la majestuosidad del paisaje, hace un ruego a ala vida y al término de sus palabras divisa a lo lejos la figura sobrehumana de Frankenstein que le suplica lo escuche y se compadezca de su sufrimiento, ya que argumenta que si alguien ha sufrido las consecuencias de su experimento es él mismo. Finalmente Víctor acepta escucharlo y Frankenstein inicia su relato.
Recuerda lo difícil que fue darse cuenta de su condición de humano y empezar a distinguir, los olores, las luces, los sonidos, conseguir los alimentos y entender un poco lo que empezaba a vivir. Después de su primera experiencia con los humanos que desde un principio le demostraron su rechazo, anduvo por los campos hasta divisar una comunidad con pequeñas aldeas, se instaló cuidando que su choza estuviera lo suficientemente cubierta a los ojos de los demás y desde ahí dentro se dedicó a observar a la cabaña vecina a través de una ventana, pudo conocer así, el idioma y el comportamiento humano por quienes sentía una fuerte atracción, llegando a alegrarse por sus dichas y compartiendo sus infelicidades. La familia vecina, estaba compuesta por el padre, hombre mayor, ciego y que tocaba la flauta de una manera que hacía estremecer el corazón de Frankenstein; Felix, hijo del hombre mayor y hermano de Agatha, la más jóven de la casa. Tiempo después llega Safie, al parecer esposa de Felix. Poco a poco fue creciendo el estima y el respeto de Frankenstein a la familia, a quienes ocasiones y sin que notaran su presencia, ayudaba, acercándoles alimentos frescos y leña que él mismo cortaba. La idea de poder acercarse a ellos y demostrarles su gratitud y cariño le robaba horas de sueño. Varias días estuvo planeando el momento en que se presentaría a la familia vecina. Llegó a la conclusión de que el momento propicio sería estando solo el anciano, ya que a causa de su ceguera no lo juzgaría por su aspecto físico sino por sus buenos sentimientos. Así pues, una tarde en que todos salieron de paseo Frankenstein tocó la puerta de la cabaña y haciéndose pasar por un viajero en busca de un descanso, el anciano lo recibe amablemente e inician una charla amistosa acerca de la supuesta familia del viajero que teme no ser bien recibido, el anciano le pregunta de quiénes se trata y Frankentein desesperado porque se acercan ya las voces de los demás, le suplica a gritos que por favor lo salve. Al entrar la familia se horrorizan de lo que ven, Safie cae desmayada, Agatha sale gritando y Felix queriendo defender a su padre toma su bastón y arremete contra Frankenstein que sale huyendo hasta su hogar. Tiempo después se entera al escuchar una conversación que sus vecinos huyeron de la cabaña por dicho acontecimiento, temiendo por su tranquilidad y seguridad del padre.
Continua su relato y llega a la parte en que mata a un niño que forcejeando con él le dice que es hijo del señor Frankentein así que, encontrando en su muerte una posibilidad de venganza lo mata y le roba un retrato de una hermosa mujer que deposita más tarde en la ropa de una joven dormida. Al terminar esta historia, Frankenstein le suplica a su creador le fabrique una mujer igual a él para así no sentirse tan solo y despreciado por todos y poder borrar sus ideas de venganza y odio contra él y el mundo entero. Una mezcla de sentimientos y numerosas imágenes cruzan por la mente de Víctor, quien por un momento cree que efectivamente el hacer una compañera para Frankenstein lo alejará de él y su familia para siempre, por lo que promete cumplir su deseo.
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